EL TAJO LAGARÍN

El tiempo era magnífico  hoy en los Algarrobales. Papá y Mamá habían alquilado una de las casas para el fin de semana y todo alrededor era pura naturaleza.
Un poco excitados observábamos planeando majestuosamente los buitres y  el vuelo descoordinado de una pareja de águilas que parecían jugar en el aire.
Buitre leonado volando sobre el Tajo
Buitre leonado sobre el Tajo Algarín

 

Todos parecían salir de un mismo lugar :el tajo Lagarin. Esa misma brisa  sosteniendo aquellos inmensos  pájaros nos oxigenaba y nos transmitía  algo de su saludable energía  en esta serena mañana .
La idea surgió en el momento .Teníamos que subir !Algo misterioso parecía envolver aquello Sentía que era el lugar ideal para nuestro secreto propósito.
Cogí a Antonio por el hombro: «Vamos» ??  señalando el colosal muro.
Tajo Lararín
Tajo Lagarín – colonia buitre leonado

 

Antes de salir preparados con tenis gorras mochila  botella de agua y galletitas  nos  despedimos de papa mama y  de la pequeña hermanita .

Nuestro espíritu explorador por fin era más que un simple sueño .

Empezamos la subida por el camino de detrás de la pista de tenis cómo nos indicaron José Antonio y Javi dos chicos muy majos de los algarrobales , no sin decirnos «»cuidado ninos que eso es más de lo que parece .»
Nos deslizamos  entre árboles y arbustos en un camino estrecho .

Un olor a primavera de romero salvaje y otros perfumes frescos  nos acompañaban . Aquello parecía casi una jungla .Eramos  como dos aventureros en busca de un sueño .

Mientras subíamos el paisaje se hacía más presente .Las colinas verdes y los dos picos gemelos a lo lejos de la sierra de Grazalema parecían pintados a mano y aparentaban una belleza casi surrealista .

Al llegar a una enorme piedra  gris llamada el elefante imponiendo su presencia en un llano empezamos la subida más acentuada a nuestra derecha como nos dijeron .
Teníamos que tener cuidado con algunas piedras que se soltaban a pisarlas. Al cabo de cerca de  una hora llegamos  casi al pie del muro que parecía defender una fortaleza para gigantes  .Las vistas desde esa altura nos hacia mas pequeños  El gran cortijo con su torre parecía muy  lejano y debajo el precioso valle  nos invitaba ya a bajar para comer.
Casa rural en el Gastor
Casa rural en la Sierra de Cadiz

 

De repente mi hermano grita agitando la mano  .»Luis… cuidado !!!
Levanto la cabeza y me quedo parado casi petrificado .Un enorme  búho real  salió disparado de un hueco de la pared y  volaba  hacia nosotros.  Rozó literalmente  nuestras cabezas de forma amenazante. Todavía  cuando  a veces pienso en ello oigo el ruido de sus alas imponentes pasando por encima de mi.
Del susto y de la confusión  mi hermano se cayo al agarrarse à una piedra grande  que se soltó y empezó  a rodar peligrosamente casi arrastrándole hacia abajo .La fuerte rama de un arbusto le frenó y su mano supo cerrarse  firmemente alrededor de ella.
Atrás Antonio!!, ese búho protege a su nido. Tendrá crías …seguro! le gritaba casi  sin aliento .
Volvimos à la casa derapando  a veces entre plantas y arboles sudados y cansados pero eso  si :
el tajo valió la pena! ya teníamos una  aventura que contar a nuestra hermanita y amigos del cole!!
Que buena esta la tortilla Mama!! – dije comiendo y  riéndome con mi hermano. En este instante supimos que éramos dos felices cómplices !!

escapada-rural-casa-cadiz

 

 

Jean Michel Juillerat